viernes, 9 de mayo de 2014
Mes de Mayo: Día 9
El tornasol: La prudencia
El tornasol es un emblema muy
expresivo de esta virtud. Esta planta, que se eleva sobre las demás en nuestros
jardines, mira siempre al Sol de justicia y le sigue doquiera que vaya; se
inclina a su presencia, toma de él sus luces y consejos y gobierna en la
familia vegetal según un dictamen que es siempre recto.
Corresponde a la
prudencia el don de consejo.
La
prudencia en María
María conoció
desde su inmaculada concepción sus destinos a proporción que le fueron
revelados. Se propuso un fin, y este fin no fue otro que el de la salvación de
la raza humana, corrompida y perdida por el pecado. A esta tan alta y sublime
misión ordenó toda su vida, todas sus acciones y todos sus movimientos, y
consiguió su propósito dándonos un Salvador. La ordenación de toda su vida a la
salvación del mundo, fue obra de la prudencia.
El
tornasol en manos de María
¿Está en tu jardín
el tornasol? En todas tus acciones, en todos tus negocios
y empresas, ¿miras y consultas a Dios, a la
recta razón, al dictamen de tu conciencia? ¿hay orden en tu modo de vivir?
¿vives a tu gusto, haces lo que te place, obras según tus caprichos? Si así es,
no hay en ti la prudencia. Fija tu vista hacia el fin de tu creación, y dirige
según él y hacia él toda tu vida, y serás prudente. Si no tienes prudencia,
vives en desorden, y eres un jardín arruinado Busquemos esta flor y pongámosla
en las manos de María, y para sembrarla le dirás:
Presentación
de la flor
ORACIÓN. Señora:
Yo desde hoy me comprometo, yo propongo y me resuelvo a vivir en adelante según
Dios, según el dictamen recto de mi conciencia y según razón. Ordenaré mis
acciones y mi vida según los eternos designios de Dios: así lo tengo resuelto
practicar. Recibid, Señora, esta flor; a vuestra maternal solicitud confío su
cultivo.
"Mes de María"
Beato Francisco Palau
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