Ciudad del Vaticano, 24 de febrero de 2013
martes, 26 de febrero de 2013
Último Ángelus de Benedicto XVI
Dios me llama a "subir al monte" pero no significa abandonar a la Iglesia. Si me pide esto es para poder servirla con la misma entrega y el mismo amor de siempre.
Ciudad del Vaticano, 24 de febrero de 2013
Ciudad del Vaticano, 24 de febrero de 2013
A las 12 de este domingo, como viene siendo habitual, Benedicto XVI se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para rezar el Ángelus con los fieles y los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro. Este es el último Ángelus del papa Ratzinger, antes de la audiencia general en esta misma plaza con la que se despedirá de los fieles de la Iglesia católica antes de su retiro a Castel Gandolfo y luego al monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano. Ofrecemos las palabras del papa antes de la oración mariana:
¡Queridos hermanos y hermanas!
En el segundo domingo de Cuaresma la Liturgia nos presenta siempre el Evangelio de la Transfiguración del Señor. El evangelista Lucas destaca de modo especial el hecho de que Jesús se transfigurara mientras oraba: la suya es una experiencia profunda de relación con el Padre durante una especie de retiro espiritual que Jesús vive sobre un alto monte en compañía de Pedro, Santiago y Juan, los tres discípulos siempre presentes en los momentos de la manifestación divina del Maestro (Lc 5,10; 8,51; 9,28). El Señor, que poco antes había preanunciado su muerte y resurrección (9,22), ofrece a los discípulos un anticipo de su gloria. Y también en la Transfiguración, como en el bautismo, resuena la voz del Padre celeste: «Este es mi hijo, el predilecto, ¡Escuchadle!» (9,35). La presencia luego de Moisés y de Elías, que representan la Ley y los Profetas de la antigua Alianza, es muy significativa: toda la historia de la Alianza está orientada a El, el Cristo, que realiza un nuevo «éxodo» (9,31), no hacia la tierra prometida, como en el tiempo de Moisés, sino hacia el Cielo. La intervención de Pedro: «Maestro, qué bien estamos aquí» (9,33) representa el intento imposible de detener tal experiencia mística. Comenta san Agustín: «[Pedro]… sobre el monte… tenía a Cristo como alimento del alma. ¿Para qué descender para volver a las fatigas y a los dolores, mientras allí arriba estaba lleno de sentimientos de santo amor hacia Dios y que le inspiraban por ello una santa conducta?» (Discurso 78,3).
Meditando este pasaje del Evangelio, podemos extraer una enseñanza muy importante. Sobre todo, el primado de la oración, sin la cual todo el empeño del apostolado y de la caridad se reduce a activismo. En la Cuaresma, aprendemos a dar el justo tiempo a la oración, personal y comunitaria, que da aliento a nuestra vida espiritual. Además, la oración no es un aislarse del mundo y de sus contradicciones, como hubiera querido hacer Pedro sobre el Tabor, sino que la oración reconduce al camino, a la acción. «La existencia cristiana –escribí en el Mensaje para esta Cuaresma– consiste en un continuo subir al monte del encuentro con Dios, para luego volver a bajar llevando el amor y la fuerza que de ello derivan, para servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios» (n. 3).
Queridos hermanos y hermanas, esta Palabra de Dios la siento de modo especial dirigida a mí, en este momento de mi vida. El Señor me llama a "subir al monte", a dedicarme aún más a la oración y a la meditación. Pero esto no significa abandonar a la Iglesia, al contrario, si Dios me pide esto es justamente para que yo pueda seguir sirviéndola con la misma dedicación y el mismo amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero en un modo más adecuado a mi edad y mis fuerzas. Invoquemos la intercesión de la Virgen María: Ella nos ayude a todos a seguir siempre al Señor Jesús, en la oración y en la caridad activa.
viernes, 22 de febrero de 2013
La transfiguración (domingo II)
Al domingo de las tentaciones sigue el de la
transfiguración. Esto recuerda a los catecúmenos que, si perseveran, podrán
contemplar el rostro glorioso de Cristo, tal como pide la oración colecta del
día. Seguir leyendo
P. Eduardo Sanz. ocd
P. Eduardo Sanz. ocd
viernes, 15 de febrero de 2013
Retiro de Cristo en el desierto y tentaciones (domingo I)
Es significativo que todas las familias litúrgicas
proponen como evangelio del domingo I de Cuaresma el retiro de Cristo en el
desierto, después de su bautismo.
De alguna manera indica que la Cuaresma es
una experiencia de desierto que se prolonga durante cuarenta días. Seguir leyendo
P. Eduardo Sanz. ocd
P. Eduardo Sanz. ocd
martes, 12 de febrero de 2013
RENUNCIA DEL PAPA BENEDICTO XVI
«Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este Consistorio, no
sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una
decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.
Después de haber examinado ante Dios
reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad
avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.
Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe
ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no
menor grado sufriendo y rezando.
Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a
rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida
de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es
necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en
los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi
incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.
Por esto, siendo muy consciente de la
seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio
de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los
Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de
2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante
y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para
la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias
de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el
peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos.
Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de
su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre,
que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo
Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir
de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.
Vaticano, 10 de febrero 2013.»
MIÉRCOLES DE CENIZA
La congregación para el culto divino recuerda
que el rito de las cenizas está muy arraigado en el pueblo cristiano y lo
explica así: «[La] ceniza tiene
el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser
redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior,
la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que
cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal». Seguir leyendo
P. Eduardo Sanz. ocd
P. Eduardo Sanz. ocd
REFLEXIÓN SOBRE LA CUARESMA
Documento con una
amplia reflexión sobre la Cuaresma, con algunos materiales ya enviados en años anteriores
y otros nuevos. Feliz camino hacia la Pascua a todos.
P. Eduardo Sanz. ocd
P. Eduardo Sanz. ocd
CUARESMA 2013
MENSAJE
DEL SANTO PADRE
BENEDICTO
XVI
PARA
LA CUARESMA
2013
Creer
en la caridad suscita caridad
«Hemos
conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él» (1 Jn 4,16)
Queridos hermanos y hermanas:
La celebración de la
Cuaresma, en el marco del Año de la fe, nos ofrece una
ocasión preciosa para meditar sobre la relación entre fe y caridad:
entre creer en Dios, el Dios de Jesucristo, y el amor, que es fruto de la
acción del Espíritu Santo y nos guía por un camino de entrega a Dios y a los
demás.
2. La caridad como vida en la fe
3. El lazo indisoluble entre fe y caridad
4. Prioridad de la fe, primado de la caridad
Vaticano, 15 de octubre de 2012
BENEDICTUS PP. XVI
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