La vainilla
Esta planta llena todo el jardín de una fragancia
muy fuerte; su flor no tiene belleza,
pero sirve de adorno en los
ramilletes y los perfuma. No puede tenerse en pie, necesita quien la sostenga.
La continencia: sobriedad
La continencia refrena las inclinaciones naturales. Clemencia y mansedumbre,
modestia y humildad contribuyen a conseguir la meta.
La continencia en María
En María esta virtud le fue dada con toda la perfección que era menester.
La flor a María
¿Qué haces cuando sientes moverse contra ti
la tristeza
y la melancolía, el gozo y la alegría excesiva, el temor y el miedo infundado, la osadía y el atrevimiento, el amor y el odio?
Pon freno a estas inclinaciones y detenlas en su justo medio guiado por la
recta razón. Promete hacerlo, propón practicarlo, y, al presentar
a María tus resoluciones, le dirás:
Presentación de
la flor
ORACIÓN. Señora:
Os ofrezco junto a un ramillete de violas la vainilla, emblema de la continencia y del freno que prometo poner a todas mis pasiones.
Recibid mi flor y haced que mis carnes sean reprimidas por el
temor santo de Dios.
"Mes
de María"
Beato
Francisco Palau
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