domingo, 12 de mayo de 2013
LA VASIJA AGRIETADA
Un cargador de agua
de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y
que llevaba encima de los hombros. Una de las
vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba
toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de
su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la
vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para
los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy
avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía
hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole:
“Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas
solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor
que deberías recibir.”
El aguador apesadumbrado, le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que
crecen a lo largo del camino.” Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio
muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se
sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que
debía llevar.
El aguador le dijo entonces “Te diste cuenta de que las flores sólo
crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el
lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por
donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger
estas flores para decorar el altar de mi Madre. Si no fueras exactamente como
eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.”
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas
agrietadas, por el camino de nuestra vida, regamos con nuestra amistad, con
nuestras alegrías y tristezas, ayudando a los demás. También tenemos la
posibilidad de aprovechar las grietas de otros para mejorar como seres humanos…
Uno no deja de reír por hacerse viejo, se hace uno viejo por dejar de
reír.
FELIZ PASCUA
DE PENTECOSTES.
CMS MENORCA
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