Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús
Porque permitiste que tu vientre se llenara del Espíritu de Dios y diera fruto.
Haz que nosotros también seamos capaces de vaciarnos de nuestros condicionamientos y miedos para dejar a Dios habitar en nosotros, y dar fruto.
IVONNE
Es una mujer madura. Su vientre ya no puede dar hijos o hijas. Hace tiempo que se acabaron sus menstruaciones. Sin embargo da mucha vida.
Ivonne ha aprendido, junto a las gentes que sufren en una de las zonas deprimidas de Brasil, que la vida cuesta trabajo vivirla, que se ensaña de una manera desproporcionada con muchos seres indefensos e inocentes. Ivonne, que ha sido traspasada por la Buena Noticia, dedica parte de su tiempo, como licenciada en filosofía y teología, a traducir la teología en claves que le sirvan a su gente. En esa tarea de transformar sus conocimientos para que otros lo entiendan, ella se va viendo, a su vez, transformada y aprende, aprende infinitamente de éstos que aparentemente no tienen nada que enseñar.
Ivonne conoce el delirio de las mujeres -montones por desgracia-cargadas de hijos mal nutridos. Los niños se les mueren de hambre en los brazos. Muchos de sus hombres están alcoholizados y continuamente ausentes por lo que, muchas veces, ellas se ven obligadas a desprenderse de sus criaturas. Ivonne ha conversado horas y horas con ellas frente a una taza de café, en sus viviendas. Las conoce porque participan en las organizaciones populares y se encuentran preparando la olla común, la fiesta de conmemoración de la independencia. Vive con ellas. Sabe de sus razones, su inmenso dolor y el peso de su culpa. Por eso se esfuerza por hacer que la Iglesia y su mensaje sean espacios incluyentes para todos. Se atreve a repetir de nuevo: Mujer, nadie te ha condenado, vete en paz. Ivone sufre cuando la Jerarquía de la Iglesia no entiende el dolor de los pequeños y la obligan a ocultar en el silencio el grito de los sin voz.
BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE
Porque eres capaz de alumbrar vida en medio del desamor.
Porque encarnas el rostro maternal de la Iglesia.
Porque nos descubres el regazo misericordioso de Dios, sobre todo en aquellos y aquellas que más hambre tienen de esperanza.
BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE
Frase de la semana
María, enséñame a dar vida
entre los que me han sido dados.
Texto de la Escritura
Os 11,1-11
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