sábado, 10 de septiembre de 2011

XXIV Domingo del Tiempo Ordinario. 11 de septiembre de 2011

EL SEÑOR ES COMPASIVO Y MISERICORDIOSO, LENTO A LA IRA Y RICO EN CLEMENCIA.

ORAR EN TORNO A UN SALMO

El salmo 102 es un himno de alabanza y gratitud.
Vamos a rezar un Salmo, el 102, que es una verdadera joya del salterio.
Por su estilo y por la altura de su pensamiento sobre Dios, este salmo es uno de los más hermosos del Salterio.

Motivación: la bondad de Dios

El salmo 102 es el gran salmo de la ternura de Dios

Las primeras estrofas enumeran los favores que el salmista ha recibido de Dios: le ha perdonado su pecado y le ha curado de una grave enfermedad, librándole de la muerte. Pero no es él solo el que ha experimentado este amor de Dios: es todo el pueblo de Israel el que ha ido sabiendo a lo largo de su historia que "el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia".

Cada uno de nosotros, como personas particulares y como Iglesia, tenemos todavía más motivos que el poeta-salmista que compuso este Salmo para bendecir a Dios por su cercanía y su amor. Y por eso nos vamos a unir a la invitación que se hace a toda la creación para que alabe a Dios. Es un salmo bendicional, de alabanza, que nos invita a una actitud de admiración y alegría, sobre todo por el amor que Dios nos muestra.
Empieza y acaba de la misma manera: "bendice, alma mia, al Señor". Es, pues, una autoinvitación a la alabanza, desde lo más profundo del ser.

Cómo es Dios.
El Salmo va describiendo con entusiasmo un retrato de Dios: "perdona, cura, rescata, colma de gracia, sacia de bienes, hace justicia, defiende, enseña...". Comparaciones gráficas.
El autor del Salmo, en clave poética, no sabe cómo expresar su admiración ante esta paciencia y este amor de Dios:
Cómo somos nosotros.
El otro polo de la historia somos nosotros: y ciertamente el panorama no es alentador. El Salmo hace un diagnóstico de nuestra naturaleza humana acentuando sus límites y debilidades.

Aplicación a nuestra vida de hoy.
Este cuadro de flaquezas humanas, y a la vez experiencia constante del amor de Dios, no es exclusivo de los tiempos del salmista judío: seguimos débiles, pecadores, caducos (somos de barro), oprimidos por enfermedades y angustias...

El Salmo, rezado desde el Nuevo Testamento

-el retrato que Jesús nos hace de Dios: que perdona, que se cuida de los suyos, que se alegra con nosotros;
-Cristo nos ha enseñado a llamar "Padre" a Dios; somos hijos, y no esclavos, en la casa de Dios;
-"el amor que Dios mantiene entre nosotros ya lo conocemos y nos fiamos de él; Dios es amor: quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios con él" (1 Jn 4,16)...

Señor, permítenos expresarte nuestra alegría y nuestra gratitud.
Porque tú te has mostrado siempre rico en misericordia, paciente y bondadoso.
Porque en tu Hijo Jesús nos has manifestado tu amor de Padre, que perdona y que cura, que salva y nos llena de bienes.
Nosotros somos débiles, tú bien lo sabes, caducos como la hierba del campo, frágiles y pecadores.
Pero tu amor supera nuestras flaquezas y nos llena de esperanza.
Por eso te bendecimos desde el fondo de nuestro ser.
Acepta nuestra alabanza y sigue guiándonos con tu ternura de Padre, para que cumplamos tu voluntad por los caminos de nuestra vida.

Te lo pedimos por tu Hijo Jesús, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.

CMS Trigueros

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