miércoles, 12 de enero de 2011

EL CAMBIO CLIMÁTICO ES UN ASUNTO DE MORAL


En 2010 BENEDICTO XVI emitió la advertencia en un discurso ante embajadores acreditados en Vaticano, una reunión anual en la que el pontífice reflexiona sobre asuntos que el Vaticano quiere subrayar ante las autoridades diplomáticas.

Benedicto XVI ha sido calificado como el "papa verde" por sus llamadas para hacer conciencia sobre la necesidad de proteger el medioambiente.

Durante su papado, el Vaticano ha instalado celdas solares para proveer de electricidad su auditorio principal y se unió a un proyecto de reforestación destinado a reducir las emisiones de carbono de la capital de la Iglesia católica. El papa ha dicho que se trata de un asunto de moral, pues las enseñanzas de la Iglesia sostienen que el hombre debe respetar la creación de Dios porque ella está destinada a beneficiar a la humanidad en el futuro.

Así mismo este 2011 el papa pide a la Iglesia que rece por la protección de la naturaleza. La intención general del Apostolado de la oración de la Iglesia para este mes de enero está centrada en el medioambiente.

Benedicto XVI ha pedido que la Iglesia rece en el mes de enero para que se protejan "las riquezas de la creación" y sean conservadas, valorizadas y puestas a disposición de todos como "don precioso de Dios a la humanidad".

La ONU ha declarado 2011 año internacional de los bosques, señalar este año como año internacional de los bosques ayudará a que se cree una conciencia social y en los medios políticos de la importancia crítica que desempeñan los bosques en el desarrollo global sostenible.

1 comentario:

CMS Trigueros dijo...

Por qué hay que proteger los bosques
Según estimaciones de la FAO, cada año desaparecen más de 13 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo, una superficie equivalente a la cuarta parte de la península Ibérica. Los expertos señalan diversas causas, todas ellas provocadas por los seres humanos: la sobreexplotación y la tala ilegal, la conversión a tierras agrícolas y ganaderas, la recolección insostenible de la madera, la gestión inadecuada de la tierra, la creación de asentamientos humanos, las explotaciones mineras y petrolíferas, la construcción de embalses y carreteras, las especies invasoras, los incendios forestales, los cultivos para agrocombustibles, la fragmentación de los ecosistemas o la contaminación atmosférica.
Los bosques son mucho más que madera. Más de 1.600 millones de personas en los países más pobres del mundo sobreviven por los alimentos, los materiales, el agua o las medicinas que consiguen gracias a ellos. Algunos son pueblos indígenas únicos en peligro de desaparición. Además, son el hogar del 80% de la biodiversidad mundial de plantas y animales y, por ello, su destrucción pone en peligro la supervivencia de muchas especies. Los bosques tropicales son el caso más extremo, debido a la gran cantidad y variedad de seres vivos y a las deforestaciones masivas que padecen.

CMS Trigueros