1. La fiesta judía. En Canaán, el periodo de la siega de los cereales comenzaba con la fiesta de los Ázimos y concluía con la de Pentecostés (cf. Ex 23,16; 34,22). Los israelitas transformaron las fiestas agrícolas y ganaderas en memoria de acontecimientos salvíficos. Por ejemplo, la fiesta de los Ázimos (Pesaj, Pascua) se convirtió en celebración de la salida de Egipto y la fiesta de las semanas (Shabuot, Pentecostés) en memoria de la Alianza del Sinaí y del don de la Ley. Los 50 días que transcurrían entre ambas se convirtieron en el recuerdo del camino transcurrido desde la salida de Egipto hasta la llegada al Sinaí, y se interpretaron como el periodo de purificación necesario para poder recibir la Ley de Dios.
Padre Eduardo Sanz. OCD.
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