Ante todo pido disculpas por no haberme sentado antes a escribir unas lineas sobre mi participación en el Capítulo Provincial de nuestras hermanas Carmelitas Misioneras que tuvo lugar hace ya un mes.
He de decir que soy muy
reacio a narrar experiencias recientemente vividas pues considero que
la distancia me hace ser más objetivo y menos entusiasta. Necesito
cierto tiempo para situar las cosas en el sitio que las corresponde.
Una vez pasado ese
tiempo, y algo más por mi dejadez, me pongo a ello con la esperanza
de poderos transmitir de manera sencilla, lo que aconteció.
No cabe duda que
participar en un acto de estas características ya es, de por si, un
buen paso en la dirección que, como CMS, queremos alcanzar. Así
pues, disponer de ese tiempo y espacio para hacernos presentes en el
foro de toma de decisiones más importante en nuestra “provincia”,
es ya un éxito. He de aclarar que el Capitulo Provincial se lleva a
cabo cada tres años aproximadamente, de manera que las decisiones
tomadas han de abarcar ese periodo de tiempo.
Básicamente el día en
que fuimos invitados a participar compartimos “cartel” con otros
laicos que colaboran o trabajan con las hermanas. Si mi memoria no me
falla, algo por otra parte nada inusual, estaban presentes dos laicas
del área de educación, otras dos del área socio-sanitaria y otras
dos del área de acción social a las que hay que añadir a las dos
representantes de Prokarde. Como veréis heme allí bendito yo entre
todas las mujeres...
De los aspectos positivos
a destacar el poder ver como funcionan las hermanas en la toma de
decisiones es uno de ellos. Desde el espíritu Palautiano de Iglesia
y con respeto y vocación democrática las hermanas, si es necesario,
de dan caña y si, eso mola no voy a engañaros. Esa sensación de
humanidad me acerca más a ellas y me recuerda que los laicos no
somos los únicos que tenemos nuestras diferencias. Al final, como
nosotros, las hermanas buscan el consenso y se toman decisiones que
serán respetadas y apoyadas durante el siguiente trienio.
Otro aspecto muy positivo
fue sentir que nuestra voz no solo era escuchada sino muy tenida en
cuenta, debatida en pequeños grupos y por supuesto, como en el resto
de áreas, volcada a la asamblea para concretar los puntos de
actuación. Al igual que paso con las otras se llegó a tres
compromisos de actuación a desarrollar que no voy a detallar porque
las propias hermanas se han comprometido a hacernos llegar el
resumen.
Me quedo con un aspecto
que, si bien no aparece de manera explicita en dichos compromisos de
actuación, si quedó planteado y asumido por toda la asamblea como
una especie de eje transversal que debé marcar el devenir de nuestra
relación y, por lo tanto, que ha de estar presente en el
cumplimiento de dichos compromisos: caminar hacia una relación de
hermanos, una relación fraterna (no materna), entre hombres y
mujeres de iglesia que compartimos un mismo carisma.
Por último, no todo iban
a ser buenas sensaciones, aún se palpa un cierto desconocimiento de
la trascendencia del CMS que hace que se nos equipare a las personas
que trabajan con ellas, colaboradoras de Prokarde y voluntarias de
sus centros... NO LO SOMOS, no simpatizamos con las hermanas (que
también), no colaboramos con las hermanas (que también), no
dedicamos un tiempo a la semana a echar una mano (que también)...
compartimos ESPIRITUALIDAD Y CARISMA, somos hermanos y el CMS es
nuestra vida, no un pedazo de ella.
Creo que el siguiente
paso en este recorrido común que emprendimos hace años es buscar
esos lugares y tiempos de compartir distintos en duración y calidad
con las hermanas. Mientras tantos estaremos encantados de seguir
participando allá donde seamos invitados, con alegría y
responsabilidad.
Un abrazo a todos y... ya
queda menos para que nos veamos.
Paco
CMS VALLADOLID
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