Esta fiesta está documentada en Jerusalén desde el siglo IV. Los peregrinos que viajaban a la ciudad santa la extendieron por las iglesias locales. En el s. VI ya se celebraba en Roma y en Constantinopla, donde fue llamada Hypapanté (encuentro, en griego). El Papa Sergio I (s. VII), de origen oriental, estableció la procesión, con velas en las manos, desde la iglesia de San Adrián, en el foro romano, a la de Santa María la Mayor, donde se celebraba la misa. De ahí recibió el nombre de fiesta de la Candelaria. En el s. VIII tomó en las Galias el nombre de Purificación de María, que conservó hasta 1969. En este día se suele bendecir a las mujeres que durante el año anterior han sido madres, junto con sus hijos.
Celebramos que Jesús, que pertenecía a Dios totalmente desde antes de su concepción, es consagrado al Señor, como propiedad suya. Los religiosos han ofrecido también sus vidas a Dios, por medio de los votos de castidad, pobreza y obediencia. Por este motivo, desde hace algunos decenios, se celebra en este día una jornada especial de oración y de renovación pública de los votos religiosos. Juan Pablo II la extendió a toda la Iglesia en 1997. Benedicto XVI recuerda que «la oblación del Hijo de Dios, simbolizada por su presentación en el Templo, es un modelo para los hombres y mujeres que consagran toda su vida al Señor». En este día, el Papa celebra cada año un encuentro con los religiosos en el Vaticano y les dirige un discurso.
El Misal, en la monición para la bendición de las velas, une de manera explícita esta fiesta y la Navidad, subrayando la idea oriental del encuentro de Cristo con su pueblo: «Hace hoy cuarenta días hemos celebrado, llenos de gozo, la fiesta del Nacimiento del Señor. Hoy es el día en que Jesús fue presentado en el templo para cumplir la ley; pero, sobre todo, para encontrarse con el pueblo creyente».
En el evangelio, se lee que el anciano Simeón proclama al Niño «luz para alumbrar a las naciones», subrayando dos ideas: Cristo es la luz y su salvación es para todos. También dice que será un signo de contradicción y anuncia la espada de dolor que traspasará el alma de su madre. De esta manera, esta fiesta, que en cierto sentido cierra el ciclo natalicio, es también profecía de la Pasión del Primogénito y de su misterio pascual.
Si queréis ver la historia, fiestas y peregrinaciones de la Virgen de la Candelaria, patrona de Canarias, con preciosas imágenes, pinchad aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=lmfhyGuV61s
Si queréis escuchar la tradicional “Virgen de Candelaria, la más bonita, la más morena”, pinchad aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=fu8t5gE-n6c&feature=related
Y para quien quiera escuchar el tradicional “Palmero, sube a la palma”, en voz de María Dolores Pradera, basta con que pinche aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=9ldJ4i9pX7o&feature=fvw
P. Eduardo Sanz de Miguel, o.c.d.
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